lunes, 20 de enero de 2014

¡Bon Voyage, Ivi!

Sinceramente no tengo palabras para decir porque me tomó muy por sorpresa a situación, porque uno no se levanta por las mañanas pensando "hoy voy a enterarme que uno de mis mejores amigos de la infancia se ha ido", y es que en realidad nunca estás preparado para la muerte, tanto tuya como ajena.
Pero, al haberme enterado, aunque aún no se como ocurrió, me gustaría tomarme el atrevimiento de expresar mi deseo de que descanses en paz eternamente. Tengo hermosos e imborrables recuerdos junto a vos que siempre van a acompañarme.
Estoy shockeada, pero más que por la situación, es porque pienso que eras una persona joven, que estabas en la flor de tus 16 y que tenías tanto por vivir, y te lo arrebataron. La vida es injusta, pero es vida. Nunca sabes cuando vas a acostarte por la noche sin despertar a la mañana siguiente, por eso es importante vivir y no tener arrepentimientos. Vivir sin pensar dos veces, sin retraerse, vivir. Largarse a por la vida dispuesto a enfrentar lo que debas enfrentar.
En estos momentos me gustaría pensar que algún día nos volveremos a ver y charlaremos como los niños que supimos ser, eso que no tenían más preocupaciones que jugar, hacer amigos y divertirse. Como ya dije, tengo hermosos recuerdos de vos, podrán irse borrando con el tiempo, pero hay algo que no me olvidaré nunca: tu sonrisa. Esa sonrisa hizo que yo me rompiera la frente día y noche pensando en vos mis últimos dos años de primaria, y recién el año pasado me tomé el atrevimiento de admitirlo, y ahí la vi de nuevo. Esa sonrisa llena de vida que me hacía palpitar fuerte el corazón y llenarme de nervios cinco minutos antes de entrar al colegio. Fuiste uno de mis primeros amores, y eso también hace que no pueda olvidarte.
Volviendo al tema principal, todo lo que dije no importa ya, porque hoy te fuiste por la eternidad y no hay nada que pueda hacerte volver. Así que lo único que espero es que descanses en paz, y que alguna vez podamos volver a vernos para poder hacer esa juntada de verano que habíamos planeado ese verano de 2008.
Que descanses en paz, Ivan Alejandro Suárez, nunca me voy a olvidar de vos.