Intenté enfocar mi pensamiento adecuadamente, pero los nervios me volvían a nublar la vista. El llanto no paraba de bajar por mis mejillas y los recuerdos no dejaban de fluir por mi mente. Me pregunté entonces que era lo más adecuado, ¿seguir y frenar?
Ninguno de mis amigos me supo ayudar, él tampoco servía para que la cosa mejore. Quería mandar todo al demonio y que se arregle como sea, pero yo tenía que dar el primer paso...
viernes, 23 de noviembre de 2012
"¡BASTA!" gritó y no supo como seguir con la frase. "¿A donde voy?" preguntó, y nadie le supo responder. "Estoy sola" dijo en un suspiro, y una señora anciana que estaba cerca de ella le asintió con la cabeza. Cerró lo ojos, en muestra de dolor, y aún con los ojos cerrados preguntó: "¿No hay salida, verdad?" al abrir los ojos, la anciana ya no estaba.
¿A donde voy?
La relación ya no me hace bien, hace rato.
Encuentro falencias en todo y critico cada pequeña cosa que ocurre como algo que podría servirme de excusa para alejarlo de mi vida. Ya no veo sus actitudes tan correctas o tan ciertas como antes, ya no sé si puedo seguir sosteniendo esta farsa de ser feliz.
Él me hace feliz, pero no todo el tiempo.
Hay momentos en los que me gustaría ser soltera. Momentos que me gustaría pasarlos con mis amigos sin tener que suspender eso y levantarme para irme con él porque siento que está solo. Momentos en los que necesito mis tiempos para hacer cosas que me gustan, pero que por un comentario como: “ah, porque yo quería pasar el día con vos” mi propio corazón decide suspender todo por estar con él, ya sea para que eso no se convierta en discusión o por propia voluntad.
Me gustaría poder hablar todo esto con él, pero ¿cómo hago?; Si el horno no está para bollos y cualquier situación como esta podría mandar al carajo la relación.
Encuentro falencias en todo y critico cada pequeña cosa que ocurre como algo que podría servirme de excusa para alejarlo de mi vida. Ya no veo sus actitudes tan correctas o tan ciertas como antes, ya no sé si puedo seguir sosteniendo esta farsa de ser feliz.
Él me hace feliz, pero no todo el tiempo.
Hay momentos en los que me gustaría ser soltera. Momentos que me gustaría pasarlos con mis amigos sin tener que suspender eso y levantarme para irme con él porque siento que está solo. Momentos en los que necesito mis tiempos para hacer cosas que me gustan, pero que por un comentario como: “ah, porque yo quería pasar el día con vos” mi propio corazón decide suspender todo por estar con él, ya sea para que eso no se convierta en discusión o por propia voluntad.
Me gustaría poder hablar todo esto con él, pero ¿cómo hago?; Si el horno no está para bollos y cualquier situación como esta podría mandar al carajo la relación.
Hace tiempo que vengo posponiendo el pedirle un tiempo, y ya
ni siquiera sé porque lo hago. ¿Por el bien suyo? ¿por no hacerlo sufrir? ¿por
egoísta de no querer que otra se le acerque mientras yo disfruto mi tiempo con
mis amigos?
¿Saben que es lo peor? Que creo que la última opción es la correcta. No quiero perderle en el tiempo en el que yo me voy de vacaciones de él y me divierto con mis amigos. Después me arrepentiría, pero sería tarde, porque ya lo habría perdido. No quiero tener que pasar por eso. Aunque sé, que él no se fijaría en nadie en ese tiempo, y yo tampoco, no me gustaría correr el riesgo.
¿Saben que es lo peor? Que creo que la última opción es la correcta. No quiero perderle en el tiempo en el que yo me voy de vacaciones de él y me divierto con mis amigos. Después me arrepentiría, pero sería tarde, porque ya lo habría perdido. No quiero tener que pasar por eso. Aunque sé, que él no se fijaría en nadie en ese tiempo, y yo tampoco, no me gustaría correr el riesgo.
No lo sé, no sé que hacer. No sé si seguir caminando hacia
la tormenta o parar y correr hacia el lado contrario. Me preocupa, porque no
estoy hablando solo de mi futuro, sino también el de otra persona. Estoy
triste.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)