miércoles, 3 de abril de 2019

Desilusión.

La mayoría del tiempo no sé qué sentir, ni sé cómo me siento. Me cuesta identificar mis propios sentimientos porque estoy muy ocupada decodificando el de los demás. Siempre dejándome para lo último.
Pero con vos es diferente, aunque suene clichè. Siempre es diferente. Pasó tanta gente desde la primera vez que no puedo dejar de pensar que los usé para refugiarme de tu rechazo. Soy mendiga de cada migaja que estás dispuesto a darme aun cuando sé que merezco mucho más; pero uno no elije por quién dejar el alma, sino yo te hubiese desterrado hace un tiempo.
Pero sé que no correspondemos. Lo sé con cada silencio que no podemos llenar, lo sé con cada mirada vacía que me arrojas. Y me encantaría, me encantaría que pudiésemos llenar esos espacios con todo lo que me gustaría saber de vos y todo lo que nunca me dijiste, pero por mucho que desee que seamos paralelas la vida me desmuestra que no fuimos hechos para nada más que cruzarnos por lapsos como si fuésemos dos perpendiculares destinadas a no permanecer.
O será que simplemente se inviertieron las cosas y ahora estoy tratando de encontrarlo en vos, tratando de encontrar su mirada en tus ojos, así como alguna vez me ahogué con sus besos para olvidar los tuyos. ¿Alguna vez terminará éste ouroboros?
No sé qué hicimos mal para nunca poder encontrarnos en el momento correcto, a veces siento que estoy gritándote debajo del agua porque mis mensajes nunca te llegan o no los queres responder. No lo entiendo.
En este momento tengo un mapa conceptual lleno de hilos que van hacia todos lados y no me llevan a ningún lugar y a la vez los bolsillos llenos de desilusiones y frases que esperaba que dijeras y no lo hiciste. Siento que ya es tarde para que lo hagas.
No creo estar preparada para iniciar un nuevo ciclo porque el viento siempre da vuelta las páginas y nunca parecen ser hacia el futuro.
No podemos seguir forzando cosas que sabemos no funcionarían jamás. No nacimos para ser ni pertenecer, solo para contemplar y aceptar lo maravillosos que podríamos haber sido si la vida nos hubiese dado la oportunidad.
No quiero seguir encontrándome a mí misma buscando en vos a alguien más porque nunca lograría vivir sabiendo que te volví mi más grande dolor.
No puedo mirarte sin encontrar recuerdos que sólo me ponen en jaque. No puedo perdonar y no puedo seguir.
Más te conozco y más lo extraño a él. Por mucho que sepa que ninguno de los dos me merezca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario