miércoles, 6 de junio de 2012

Los que más tienen, más pobres son

Un día, el padre de una familia muy rica llevó a su hijo de viaje al campo con el expreso propósito de mostrarle como viven los pobres. Estuvieron un par de días y noches en la granja de lo que se podría considerar una familia muy pobre. A la vuelta del viaje, el padre preguntó a su hijo,
- '¿Que tal fue el viaje?'
- 'Fue genial, papa.'
- '¿Has visto como viven los pobres?' preguntó el padre.
- 'Oh si', dijo el niño.
- 'Bueno, dime, que has aprendido de este viaje?' preguntó el padre.
El hijo contestó:
- 'He visto que nosotros tenemos un perro y ellos tenían cuatro. Nosotros tenemos una piscina que ocupa la mitad del jardín y ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros hemos puesto faroles en nuestro jardín y ellos tienen las estrellas por la noche. Nuestro patio es tan grande como el jardín y ellos tienen el horizonte entero. Nosotros tenemos un pequeño trozo de tierra para vivir y ellos tienen campos que llegan hasta donde nuestra vista no alcanza. Nosotros tenemos criados que nos ayudan, pero ellos ayudan a los demás. Nosotros compramos nuestra comida, pero ellos cultivan la suya. Nosotros tenemos muros alrededor de nuestra casa para protegernos, ellos tienen amigos que los protegen'.- El padre del niño quedó boquiabierto. Entonces su hijo añadió, - 'Gracias papá por enseñarme lo pobres que somos.'

¿No es la perspectiva una cosa maravillosa? Hace preguntarte que pasaría si todos agradeciéramos todo lo que tenemos en lugar de preocuparnos por lo que no tenemos.
Carpe Diem.

No subestimes.

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa.
La camarera puso un vaso de agua en frente de él.
-"¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?" preguntó el niño. 
-"Sesenta centimos", respondió la mesera.
El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.
-"¿Cuánto cuesta un helado solo?", volvió a preguntar.
Algunas personas estaban esperando por una mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente. -
"Treinta y cinco centimos", dijo ella bruscamente.
El niño volvió a contar las monedas. 
-"Quiero el helado solo", dijo el niño. 
La camarera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue.
El niño terminó el helado, dejó el dinero y se fue.
Cuando la camarera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. 
Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había los treinta y cinco centimos del helado y veinticinco más... de propina.

domingo, 3 de junio de 2012

Valoremos lo que tenemos

Está bien reconocer que uno se equivoca, pero está bien cuando lo hace a tiempo. Hoy descubrí que las disculpas son buenas cuando apenas te equivocas, pero tampoco es cosa de pedir disculpas siempre, ha veces es cuestión de no meter la pata.
Uno tiene que contenerse antes de hacer algo, y pensar "¿está bien esto que voy a hacer?¿se lo merece esta persona?" y no decir "no va a pasar nada, va a estar todo bien, si total me disculpan". No, porque luego adoptamos esa forma y hacemos lo que queremos porque "nos van a perdonar". Pero, va a haber un punto donde ya no nos van a perdonar, donde las disculpas no va a hacer suficientes y donde el otro se va a sentir no valorado. Va a comenzar a pensar, y con toda razón, que a nosotros no nos importa lo que a ellos les pase, solo nos importa nosotros mismos, cuando en verdad nosotros queremos más el bien del otro que el nuestro.
Chicos, chicas, valoren lo que tienen antes de perderlo, aunque crean que después pueden recuperarlo, no importa, valorenlo, no se queden con un "hago lo que quiero, soy libre" porque a nosotros no nos gustaría que nos hicieran lo mismo. Valoremos el esfuerzo por sobre todas las cosas, porque, si queremos el bien del otro por sobre el nuestro, lo primero que tenemos que hacer es ser recíprocos. Esa cosa de vos me diste esto, yo te lo devuelvo con aquello. Pero, ojo, que no es una obligación, es una especie de contrato, donde ambos quieren el bien del otro devolviéndose y valorando lo que el otro nos da. (No se si se entiende lo que quiero expresar.) No es necesario que sea material, a veces con un simple gesto alcanza. La vida no se vasa en lo material, recuerden eso, porque cuando nosotros emprendemos el viaje eterno, las cuatro casas, los quince yates y los millones de dólares no se vienen con nosotros, son los recuerdos los que nos ayudan a saber quiénes somos. Entonces, no importa que sea material, un gesto, algo escrito por nosotros, un poema, una canción, un abrazo, un beso, un 'gracias', alcanza, y muchas veces, sobra.
Quería compartir esto acá, por si alguien está pasando por esto, espero que les sirva de ayuda.
Recuerden: piensen lo que hacen, no hagan lo que piensan. Compórtense, maduren, crezcan, aprendan las lecciones que nos ofrece la vida, y valoren lo que tienen a tiempo, antes de perderlo.

Carpe diem.

sábado, 2 de junio de 2012

Venganza

-Es el..- Dije entre un suspiro, estaba segura de que el había sido el culpable, el asesino.
-¿Segura señorita?- Preguntó el oficial.
-¿Quien vio al homicida?¿Usted o yo?- Dije antipática. Estaba furiosa por volver a ver ese rostro tan... Despreciable.
-Como diga señorita...-Suspiró-¡Torres!- Dijo el oficial llamando la atención de su compañero, cuya vista estaba situada también en los sospechosos -La señorita Spark reconoció al homicida... El número tres. Llévelo a la sala de interrogatorios, de nuevo-
-Claro- Dijo Torres asintiendo con la cabeza.
-Señorita Spark, le recomiendo que me acompañe, así cuando Mc'Connor salga no la reconocerá y así podremos mantener su protección- Advirtió.
-Bien- Dije mientras me retiraba de esa ventana con mis ojos fijos en el... Demostraban odio y mucho resentimiento.
-Señorita Spark, ¿Se siente bien?- Pregunto Torres.
-Si, si- Dije, con mi mirada situada en el suelo ya en la oficina del comisario.
No podía quitar su rostro de mi mente. Sus ojos oscuros, sus pelo revuelto, de aproximadamente 20 años, apuesto en verdad. ¿Pero quien diría que un chico semejante y tan joven sería un homicida?
El comisario Wilson interrupió mis pensamiento cuando ingresó a la oficina solidarizándose conmigo.
-No necesito solidaridad, necesito justicia...- Dije fría.
-La habrá- Aseguro Wilson con mucha decisión en sus palabras...
Salí esa tarde de la comisaría como a las cuatro y media de la misma, pero luego de días tras días, al fin logré encontrar al asesino del amor de mi vida... Joe.
Joe fue mi novio, el amor de mi vida, la mejor persona que he conocido en este frío y amargado mundo. No se porque dios me lo arrancó de las manos así, no se por que motivo, si no he echo nada malo, luego de 4 años de noviazgo nos íbamos a casar. Nunca le fui infiel, ni el tampoco a mi. No tengo idea de porque nos separo de esta forma... Todo comenzó hace 3 meses atrás...
Habíamos salido de la casa de Sam, mi amiga. Luego de una fiesta a causa de su cumpleaños. Ibamos con la moto, Joe conducía y yo atrás aferrada a el. Un auto se cruzó en nuestro camino en el cruce de la Avenida 39 y la Calle 12. Joe frenó con brusquedad y, al hacerlo inmediatamente bajaron unos tres hombre del auto. Que, a la fuerza, nos hicieron bajar de nuestra moto y tirarnos al suelo.
Una breve conversación entre ellos bastó para que Joe se levantara con rapidez y comenzara a pelear a puño limpio contra los delincuentes. ¿Porque? Porque ellos querían llevarme, se imaginarán que a Joseph no le cayó nada bien. Una patada horrible por parte de uno de ellos hizo que Joe cayera. Y allí... Comenzaron los insultos para el, y las amenazas...
Me tomaron del brazo con fuerza y con un revolver apuntaban a mi sien. Joe seguía arrodillado en el suelo, le faltaba el aire y comenzaba a escupir sangre. Yo estaba inmóvil, era un gran shock el de ver a mi novio en esa situación. Sentía como los nervios de los tres se intensificaban y nuestra posibilidad de vivir era cada vez... Menor.
En cuanto pudo recuperar el aire Joe volvió a levantarse para regresar al combate, pero no pudo. Un brusco y fuerte golpe con la parte posterior del revolver lo hizo regresar al suelo, ahora no solo escupía sangre, sino también sangraba su cabeza. Yo en cuanto lo vi volver a caer solo comenzé a gritar que no le hicieran mas nada, y le suplicaba a Joe que se tranquilizara. Gritaba aunque sabia que ninguno de los cuatro haría caso, pero no era por ello, sino porque tenía la esperanza de que alguien oyera...
Pero nadie. No oían o no querían oír, prefería creer que no oían.Los minutos parecían no correr y ellos al parecer tenían todo el tiempo del mundo. Las amenazas continuaban, los golpes también. Hasta que uno de los delincuentes dió la orden de que me hiciesen entrar al auto.
No se de donde sacó las fuerzas, pero al momento en que comenzaron a obligarme a caminar Joe se levanto con brusquedad. Y se abalanzó contra el que me estaba empujando. Inmediatamente otro golpe, otra patada fue a parar a su estómago. Aunque logró liberarme de nuevo cayó al suelo, me gritaba que corriera con las pocas fuerza que tenía. No podía hacerlo, no podía dejarlo. Pero el me lo suplicaba a gritos, y en cuanto vi que uno de los delincuentes venía hacia mi preferí correr a quedarme allí.
Solo corrí media cuadra hasta que escuché el ruido de carga de un revolver, voltee y vi como solo un delincuente quedaba frente a Joe, el auto y la moto había desaparecido...
Comenzé a llorar al ver como Joe lentamente se paraba frente al delincuente y caí de rodillas cuando vi como ese delincuente disparaba a Joe en el pecho, a quemarropa. El muy cobarde salio corriendo luego de eso, y yo corrí hacia Joseph para que al llegar verlo con sus ojos perdidos por algún punto del cielo, sangrando, su pulóver color crema se había teñido de rojo. Era una mezcla de sentimientos que me invadían, y muy pocos pensamientos. Veía a Joseph tendido en el suelo y sentía como su vida pendía de un hilo y yo... Que me sentía impotente al ver como la situación se me escapaba de las manos.
Solo llamé a la ambulancia que llegó pocos minutos después. Eran horas y horas que pasaban, ahora con rapidez, y ni una noticia. Llegaron los padres de Joe, sus hermanos, mis padres, Sam... Sam, que se sentía culpable y no se porqué, pero me había pedido varias veces que la perdone por no habernos pedido un Taxi.
Eran cuatro de la madrugada y yo sentada a un lado de la sala de emergencias decidida a quedarme allí todo el día si era necesario... Pero no lo fué, a las ocho treinta y cinco de la mañana salió el medico Robert Hill quién dio la terrible noticia de que a las ocho y media de la mañana Joseph, había abandonado este mundo... El silencio se apoderó de la situación, me dispuse a no llorar, no quería hacerlo, ya era demaciado con la familia de Joe... Pero cuando Denisse se acercó a abrazarme y susurrarme "Lo siento mucho Stephanie.." el llanto no se hizo esperar y comenzé a llorar junto con ella. Joe había muerto, y era mi culpa... Me senté y solo reiteraba esa frase, "Fue mi culpa" decía entre llanto y sollozos. Todos me lo negaban y yo sabía que lo había sido...

Una semana después...

Hoy, cumpliéndose 3 meses de su muerte aún lo siento presente. Lo único que me da impotencia es que al maldito cobarde, al asesino, lo consideraron "Loco" y lo declararon imputable... Malditos y estúpidos jueces corruptos.
Tomé un revolver que encontré en el placard de mi hermano, el es policía, suerte para mí. Sé que hoy Frederic Mc'Connor fue citado a declarar, así que esta es mi última oportunidad de cobrar venganza...
Tomé el revolver, lo guardé en mi bolso y salí normalmente de casa. Subí a mi auto y conduje hasta la departamental. Esperé varios minutos a que esa rata se dignase a aparecer... Así fue. Apareció con una chaqueta negra de cuero y un cigarrillo en la boca.
-Me las vas a pagar maldito cobarde...- Dije mientras salía del auto. Venía el muy tranquilo, hasta que me interpuse en su camino. Allí cambio su expreción de tranquilidad... A sorpresa.
-¿Te acordas de mi?- Le dije sonriendo maliciosamente.
-No- Dijo aún sorprendido, creo que no se esperaba mi reaparición en su vida.
-¡Que lastima! Porque yo aún no te olvidé...- Le dije levantándome ligera y disimuladamente la remera, lo suficiente como para que el pudiera ver el revolver... -Al auto, ahora- Le impuse.
-¿Que?- Respondió
-¿Eres sordo?... ¡Dije al auto!- Reiteré. El entró al auto sin objeción alguna. Tenía todo planeado. Logré que viajara tranquilo con solo una advertencia... -Haces un movimiento o intentas algo raro y te juro que te vuelo la cabeza- Advertí.
Llegamos a un campo lejos de la ciudad, me llevo tiempo encontrar un lugar lejos... Por lo menos lo suficiente. Lo obligué a salir del auto y caminar varios metros lejos del vehículo.
-Decime porque lo hiciste...- Dije fría apuntándolo.
-¿Que?- Preguntó desconcertado.
-¡Decime porque lo hiciste!... ¿Porque lo mataste?- Trataba de contener los insultos que querían salir de mi boca.
-Me obligaron... El que te tenia a ti me dijo que lo hiciera, sino caeríamos todos-
-No tenías que matarlo... Con un simple "Callate la boca y no digas nada" que el te hubiese echo caso... Se nota que no lo conocías- Dije conteniendo el llanto.
-Disculpame- Dijo el llorando estúpidamente e inútilmente.
-¡No llorés cobarde!¡Eso sos!... Sos un gran cobarde- Dije cargando el arma.
-No, no, por favor no lo hagas...- Suplicó.
-Decime... ¿Porque no? Si vos acabaste con la vida de el... ¿Porque yo no puedo acabar con la tuya?-
-Porque estoy seguro que sos mejor persona que yo...- Eso fue lo último que lo escuché decir. Gatillé, hice mi propia justicia.
-¿Quién dijo que no soy mejor persona que vos?... ¡Idiota!- Grité mientras corría hacia mi auto.
Conduje de nuevo hacia la ciudad, pero no hacia mi casa. Sino... Hacia el cementerio.
Caminé hasta llegar a su tumba donde caí de rodillas desplomando no solo mi cuerpo, sino... Mi victoria.
-Mi amor, hice justicia. Ese maldito pagó por lo que nos hizo mi amor...- Dije llorando desconsoladamente. Desempolvé de nuevo el revolver para esta vez, apoyarlo en mi sien, tal como aquel delincuente en esa noche...
Di por terminada mi lucha, así también como mi vida con una simple gatillada...

FIN.

Espero que les haya gustado. Skyler.
Carpe Diem.

viernes, 1 de junio de 2012

Puntos de vista

Éstá perfecto que cada uno tenga sus gustos (de lo que sea, de ropa, estilos, musicales, de peliculas, etc), y que tenga opinion formada sobre otras cosas. Pero, comenzar a hablar sobre otras cosas de las que uno no tiene idea ya me parece una idiotez. Y criticar los gustos de los demás, ademas de ser una idiotez más grande, me parece una falta de respeto bastante grande.
Gente, respeto. ¿Conocen lo que significa la palabra? Respeto por todo. A mi me gusta esto, y a vos eso. Vos en tu burbuja, y yo en la mía. Pero no quieras boicotearme mi burbuja porque ahí me das permiso de boicotear la tuya (obviamente, no lo voy a ser, yo si tengo respeto) pero vos fijate.
Cada cosa que tenga coherencia y ritmo, es conciderado música. Y sino, búsquenlo en el diccionario.
Él estilo de cada uno, y la personalidad, no solo la forja con la música, concepto errado. Al menos para mi. Personalidad y estilo, es lo que te distingue de los demás. Y, eso no solo te lo haces escuchando a los Wachiturros o a los Sex Pistols. No se si se entiende lo que quiero expresar. Estilo o personalidad es como te vestís, como hablas, como te parás frente a otros, lo que te gusta y lo que no, y no solo me refiero a la música que uno escucha.
Yo, estoy re-armando mi personalidad. Y advierto, mi personalidad tiene carácter fuerte de por si, así que no me molesten porque no tengo ganas de molestar.
Bien, yo no importo en este momento. En este momento importa el hecho de no criticar el gusto de los demás. Vos quedate con los tuyos, defendelos, etc. No te metas con los míos.
Cada persona tiene sus gustos porque cada persona es diferente y única.
No critiques si no sabés.
Por último, dejo una última frase, de verdad no tengo ganas de seguir escribiendo:
"Si nunca supiste lo que yo escuchaba desde un principio, es porque jamás me importaste lo suficiente como para contártelo".

Espejo

Desahogarte. Según el diccionario es sinónimo de aliviarse, de consolarse, de tranquilizarse. Bien pero, ¿como hacerlo? Eso no aparece en ningún lado escrito. El modo de hacerlo debe encontrarlo cada uno. Y ahí, nace la paz interior, ahí nace nuestro verdadero ser. Ahí es donde sabemos como manejarnos frente a la vida. Porque frente a cualquier problema, uno puede decir 'No importa, porque después llego a casa, o paso por algún lugar, y hago tal y tal cosa para desahogarme'. Wow, admirable. Pero... no todos tenemos esa capacidad. Algunos pueden desahogarse llorando, otros contándole sus problemas a algún amigo o a un psicólogo, otros escuchando música o componiendo, otros simplemente escribiendo, otros hacen deporte, y así, muchas otras maneras.
Lo cierto es, que yo aún no encontré una manera de desahogarme que se adapte a mi. Toda mi vida la única manera que tenía, anoche me la derrumbaron. Siempre supe que era la errónea, pero aún así... Quién decide cual usar, es uno. Pero, llegado el momento, como lo fue ayer. Mi manera, comenzó a lastimarme. Es decir, toda mi vida, desde que tengo memoria, insultárme, despreciarme, bajar mi autoestima, era una manera de hacer que los demás no paguen el precio por mis locuras o mis ataques de odio. Pero hoy, hoy explotó todo. En verdad, anoche. Anoche el cohete, esa pirotecnica, ese modo que estaba utilizando, me explotó en la mano, me explotó en lo profundo del corazón. Y me lastimó, me lastimó demaciado. Me hizo comenzar a desangrarme. A tal punto de quedar tendida en el suelo, perdiendo sangre, y yó.. gritándo, sin que nadie escuche mis súplicas, gritaba inútilmente, en medio de mi desesperación. Desde ese instante comenzé a morir. Una muerte lenta, y dolorosa. Porque mi mano, o mi corazón, esta destruído, mis tendones y músculos ya no funcionan, mis sentimientos con el tiempo se pudren, y estoy en riesgo de perder mi mano derecha, es decir, mi corazón. Pero... ese no es el mayor riesgo. ¿Que ocurre si muero desangrada? ¿que pasa si por usar de un modo indevido la pirotecnia yo pierdo la vida? ¿que pasaría? ¿estaría pagando el precio que merezco, o simplemente sería algo así como un castigo, el perder la mano derecha, que se pudra mi corazón hasta que no quede nada? ¿perderé la vida o una mano? ¿Será el corazón o una vida entera? Si me dieran a elegir, ¿que elegiría?


"Yo nunca tuve otra escuela, que una vida desgraciada. No extrañen si en la jugada, alguna vez me equivoco. Pues ha de saber muy poco, aquél que no aprendió nada". -

Me detengo a reflexionar un segundo. ¿Una vida desgraciada? ¿a que le podemos llamar 'desgraciada'? ¿a que no tuvo padres? ¿a que no terminó la escuela? ¿a que tiene que mantener a su familia en medio de su miseria? Aunque sea una vida desgraciada, tuvo sus enseñanzas. Entonces, no haz vivido en vano. Haz aprendido algo. Y si tu vida fue tu escuela, ¿para que necesitar la escuela? si aprendes mas de la vida misma fuera, que dentro de ella.
Equivocarse es humano, todos cometemos errores. Algunos, como es mi caso, nos equivocamos seguido, y a veces tenemos el mismo error dos o más veces. Pero no deja de ser humano, solo significa que nos cuesta procesarlo. Pero la mejor lección, es aprender a perdir perdón ante el inminente error.

Quizás me quede mucho por expresar, pero lo que me falte aquí, se los dejo como trabajo de reflexión a ustedes. Simplemente sé que soy una persona y que tengo sentimientos, y me duele que traten de pasar por encima de ellos.
Podré tener defectos, podré perder personas por ellos. Pero no me importa, porque simplemente estoy siendo yo.

Carpe Diem.

I.

  1. Me cuesta decir mis verdades.
  2. Soy muy falsa.
  3. Me divierte ser inmadura.
  4. Tengo problemas con mentir.
  5. Odio levantarme temprano.
  6. Soy demasiado hipócrita.
  7. Odio la falsedad pero yo lo hago, (aquí se corrobora el punto anterior).
  8. Soy histérica.
  9. Soy complicada.
  10. Nadie me entiende.
  11. Ignoro cuando alguien me critica, pero en verdad me dan ganas de pegarle.
  12. Detesto que me digan lo que tengo que hacer.
  13. Me encanta cantar.
  14. Suelo aparentar algo que no soy.
  15. No se identificar cuando alguien me miente.
  16. Solía hacer, decir y pensar lo que los demás querían solo para caerles bien.
  17. En twitter simplemente digo lo primero que se me viene a la mente.
  18. Adoro los juegos mentales.
  19. Pienso que necesito un psicólogo.
  20. Amaba la escuela, pero ahora que tengo que levantarme temprano, la detesto.
  21. Meditar, para mi es esencial.
  22. Amo sonreír.
  23. Acabo de descubrir que decir como soy no es tan difícil.
  24. Amo la Fanta.
  25. Los días fríos son los mejores.
  26. Si, amo el invierno y el otoño.
  27. Amo lo ambiguo, pero también lo tecnológico.
  28. Tengo un pie aquí, uno en el futuro, y la mente en el pasado.
  29. Suelo decir que soy independiente, pero en realidad si alguien no me aprueba un pensamiento, no me atrevo a exteriorizarlo.
  30. En estos días descubrí que me gusta lo hardcore, pero no tan al extremo.
  31. El verde es mi color favorito.
  32. Amo la naturaleza.
  33. Mi serie favorita extranjera es CSI, y mii serie favorita nacional es Los Simuladores.
  34. Amo escuchar música.
  35. Adoro las películas de Zac Efron, porque él me parece un gran actor.
  36. Gritar me parece divertido.
  37. Adoro cuando me viene la inspiración para escribir frases alentadoras.
  38. Pienso que la sociedad cada vez se hunde mas en la lava superficial, y lamentablemente me incluyo.
  39. No quiero ser una más del montón.
  40. Hago esto para leerlo mañana y recordar quien soy realmente.
Basta de mentiras, quiero saber quién realmente soy.

¿Ángel o demonio?

En el recodo más oscuro, sombrío y frío de mi mente,
guardo una caja de recuerdos en los que siempre te encuentro.
Allí siempre sentado, aunque sonriendo.
Nunca entiendo el porqué de esa sonrisa tan oscura.

¿Acaso te divierte verme sufriendo aquí?
pareciese como si ya nada quedara de mi.
Escalofríos y el miedo abunda por doquier,
y ese mismo temor hace que no quiera ver.
Esa trasformación de ángel a demonio,
ese cambio que veo y aún me asombro.
Que se desaparece en el aire tu última gota de bondad,
y todo tu ser se trasforma y abunda en él la maldad.

Solo quieres cosas como el odio y la desidia.
Solo quieres que lo malo te consuma día a día.
Solo quieres vengarte de quienes te hicieron mal,
y llegar al punto en el que de rodillas pidan piedad.

Eres malo, o eso dices. Pero tengo fé en ti.
Se que no todo está acabado, y por eso no me rendí.
Hasta el día de hoy busco lo bueno en tu corazón,
corazón que no está repleto sino de un profundo dolor.

Quiero creer en que aún eres bueno,
aunque tus actitudes te contradigan,
yo sé que eres el mismo que aquel duro y extraño día
me dijo con perfectas palabras lo mucho que me quería...

Soñar despierta

Hoy, un día extrañamente raro.
Caminaba libremente, reflexionando sobre la vida por Avenida Mitre mientras veía volar las livianas y marchitas hojas de los árboles, tal como son en esta época. Estaba sola en la calle, y es raro porque usualmente es el lugar más transitado de la localidad, ya que es una peatonal comercial, pero bueno, sigamos... Iba en mi mundo, flotando junto con las hojas cuando de repente todo se hace obscuro.
Sentía dolores fuertes e indescriptibles, sentía como de pronto ya no tenía ganas de nada, ni fuerzas para levantarme.
Caminaba tranquila pensando en mi futuro, si estudiar Arquitectura o Diseño Gráfico. Pensaba en casarme con el hombre que me haga feliz, en formar una familia, en tener nietos. Pensaba en la posibilidad de algún día hacerme famosa por alguno de mis escritos hechos como pasatiempos. Pero, al estar soñando despierta tan concentrada, no pensé el futuro posible en el que me atropella el auto.
En un momento todo ese dolor se alivio, fue quitarme un peso de encima para al fin, poder flotar libre como las hojas con ese fresco viento de otoño.