sábado, 16 de enero de 2016

Miedo(s).

Después de haberla pasado tan mal, después de haber ahogado tantas noches en lágrimas, el karma decide premiarte por haber soportado tantas. Es ese día en que algo dice «es hora de que todo comience a mejorar». Y allí, aparece el miedo. Algo tan humano y tan insoportable a la vez.
Luego de haber confiado tantas veces y haber fallado en todas, tristemente, te acostumbras a fallar. Te resignas y crees, asumes, das por sabido que así va a ser siempre; pero ese día, ese bendito día en donde parece que tu suerte cambiará por completo, no puedes evitar sentir miedo.
¿Por qué algo cambiaría ésta vez? ¿qué es lo que diferente a las anteriores? definitivamente no.
Cansada de fracasar, te rehúsas a confiar. Te rehúsas a ser lastimada una vez más; pero, ¿y qué si ésta vez sí es? 
Esa duda, esa mínima curiosidad es la que hace que te arrojes de nuevo al vacío con los ojos vendados. Que confíes ciegamente en lo que tu futuro te depara, y pienses que esta vez algo va a modificarse.
Tantas veces he arriesgado en vano. Tantas veces he llorado por quién no lo merecía. Una vez más, una vez menos, ¿qué diferencia habría? Si no podemos evitar abandonar este mundo sin haber experimentado el dolor, ¿qué es lo que me impide ir en búsqueda de mi felicidad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario